La Junta de Gobierno de la Rea Archicofradía de María Santísima de Araceli ha acordado encomendar la restauración de la imagen de la Virgen de Araceli y el Niño a la empresa REGESPA, dirigida por Rosa Cabello y en el que desarrolla su trabajo Enrique Ortega, teniendo como premisa el respeto a la imagen y el interés por que la intervención pase desapercibida.
El acuerdo de la Junta de Gobierno y de la Obra Pía se produce tras el análisis y valoración de las cuatro propuestas de restauración presentadas por las empresas consultadas, que llevan a encomendar el trabajo a REGESPA por su dilatada experiencia en la restauración de imágenes religiosas y porque garantizaba que tras la intervención se mantendrá la impronta y estética actual de la Virgen.
Los profesionales de Regespa, que atesoran más de tres décadas de experiencia en el campo de la restauración de imágenes religiosas, acometerán las labores necesarias para garantizar la preservación de la sagrada imagen de María Santísima de Araceli, cuyos orígenes se remontan a 1562, dedicándose a solventar los problemas que a lo largo de las últimas décadas se han ido acentuando para, de este modo, asegurar que su devoción perdure en el tiempo.
El estudio realizado por las distintas entidades consultadas a la imagen de la Patrona de Lucena ponen de manifiesto la necesidad de consolidar el soporte material así como la policromía de la Virgen y del Niño, trabajos que se iniciarán en el mes de octubre con un periodo de ejecución de cinco meses.
REGESPA
El taller de REGESPA está dirigido por la prieguense Rosa Cabello que desarrolla su trabajo junto al portuense Enrique Ortega, por cuyas manos han pasado lienzos como la célebre Chiquita piconera de Julio Romero de Torres. Ambos son licenciados en Bellas Artes y con tres décadas de experiencia en el campo de la restauración de imágenes religiosas, acometerán las labores necesarias para garantizar la preservación de la sagrada imagen de María Santísima de Araceli. Por su taller de Córdoba, dotado de la infraestructura y material necesarios para garantizar el correcto cuidado de la Santísima Virgen, han pasado obras de toda nuestra región, destacando Jesús Nazareno de La Rambla, obra del afamado escultor barroco Juan de Mesa, así como el Cristo de la Caridad, Jesús Caído, vinculado a la producción de Pedro de Mena, el San Rafael del Juramento y la popular Virgen de los Dolores, devociones principales de la capital cordobesa.