El primer domingo de mayo, día grande donde Lucena celebra la festividad de su patrona y del campo andaluz, en las catedralicias naves de la parroquial de San Mateo, el Excmo. y Rvdmo. Monseñor Fernández González, obispo de nuestra Diócesis, presidía la Solemne Función principal que era concelebrada por el Ilmo. Sr. don Jesús Poyato Varo vicario episcopal de la Campiña y por un nutrido grupo de sacerdotes lucentinos o vinculados a Lucena. Se contó, además, con la participación de la Orquesta del Conservatorio Profesional de Música “Maestro Chicano Muñoz” y con la Coral Lucentina, quienes dirigidos por don Víctor Nájera Sánchez interpretaron la Misa del Campo Andaluz, una composición de don Antonio Villa Álvarez de Sotomayor que forma parte desde hace muchos años, en este día, del ritual aracelitano.
En la ceremonia, además de la Junta de Gobierno y la Obra Pía aracelitanas, estuvieron presentes el Sr. Alcalde de Lucena, don Juan Pérez Guerrero, y miembros de la Corporación Municipal; el Subdelegado del Gobierno en Córdoba, don Juan José Primo Jurado; la Presidenta de la Diputación Provincial, Dª María Luisa Ceballos Casas; representantes de los juzgados lucentinos, del Ilustre Colegio de Abogados, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Agrupación de Cofradías de Lucena, de la Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de distintas hermandades filiales Aracelitanas y un impresionante número de fieles y devotos aracelitanos que llenaban todos los espacios del templo lucentino.
Monseñor Demetrio Fernández, durante la homilía, además de felicitar a Lucena y a los pueblos del campo andaluz en la festividad de María Santísima de Araceli, se refirió al contenido de la Segunda Lectura proclamada y exhortó a todos los presentes a luchar por conseguir esa “Nueva Jerusalén” de la que nos hablaban las Sagradas Escrituras para conseguir, ahora más que nunca, una sociedad justa y solidaria donde reinen el amor y la paz de Dios Nuestro Señor.
Por la tarde, a las ocho en punto, aparecía en el cancel parroquial, sobre su trono portado por 36 santeros, María Santísima de Araceli ataviada con el terno blanco, conocido como de la Coronación. La solemnísima procesión estuvo revestida del esplendor propio del “Día de la Virgen”. Asistieron representaciones del clero local, de todas las hermandades y cofradías lucentinas, de las hermandades filiales aracelitanas, de movimientos cristianos, de la Agrupación de Cofradías de Lucena, la Corte de Damas Aracelitanas, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Local, el colegio de Abogados de Lucena y la Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Lucena bajo mazas. Participaban también numerosas mujeres ataviadas con mantilla española y una multitud de fieles, devotos y hermanos de la Virgen de Araceli . Se completaba el cortejo con la presencia de la banda de cornetas y tambores Santa María Magdalena de Arahal y la Sociedad Didáctico Musical Banda de Música de Lucena.