Durante la Junta General de Hermanos de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli celebrada en la parroquia de San Mateo, la institución aracelitana homenajeó la labor realizada por los sanitarios del sur de Córdoba y los trabajadores de las residencias de ancianos durante la pandemia, así como el trabajo realizado por el Taller de María en la conservación del ajuar de la Virgen.
La distinción fue aprobada por la Junta de Gobierno el pasado 13 de mayo como agradecimiento a la labor realizada por los profesionales sanitarios durante la pandemia “poniendo toda su profesionalidad y algunos incluso su vida” y por el esfuerzo realizado “para humanizar al máximo su actividad” en el cuidado de los enfermos de COVID-19. El gerente del Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba, José Plata Rosales, agradeció el reconocimiento realizado por la Real Archicofradía a todos los sanitarios. En este sentido, el consiliario de la hermandad y vicario episcopal de la Campiña, David Aguilera Malagón, dio las gracias a Plata Rosales por permitir a los sacerdotes que durante la pandemia pudieran realizar su labor de acompañamiento a los enfermos.
La atención y cuidado a nuestros mayores durante una pandemia que les ha alejado de sus seres queridos, así como el esfuerzo realizado “para mejorar la estancia de los residentes en esta dura situación” ha llevado a la Real Archicofradía a reconocer la labor del Hospital Residencia San Juan de Dios de Lucena y la Residencia Nueva Aurora de Lucena.
La supervisora del Hospital Residencia San Juan de Dios, Concha Reyes, destacó la importancia del reconocimiento para unos profesionales que “hemos pasado un tiempo muy muy difícil en el que hemos hecho de sanitarios, familiares, psicólogos, trabajadores sociales e incluso sacerdotes” por lo que “agradecemos muchísimo este reconocimiento de la Cofradía a los trabajadores y a los residentes”. Por su parte, Encarnación Requerey, directora de Nueva Aurora destacaba la importancia “que supone para nosotros recibir esta Placa de Honor que reconoce la labor durante estos 33 años y sobre todo en este último año en el que los trabajadores se han convertido en los familiares de los residentes” y agradeció el trabajo realizado por quienes trabajan en el centro desde las limpiadoras a las enfermeras pasando por el personal de cocina y oficina.
Por otra parte, recibían la Placa de Honor el Taller de María, una institución que nació en 1997 cuando Rosi Fernández y Pilar Rodríguez empezaron a arreglar algunos elementos del Aguar de Nuestra Patrona y constituyeron el Taller de María en el que realizaron el raje verde de camino, el terno rojo que estrenó la Virgen en el 450 aniversario de su llegada a Lucena o el traje de la Virgen del Tránsito. Rosi Fernández hacía extensivo el reconocimiento a todas la mujeres que han formado parte de esta institución en la que “hemos bordado, hemos hecho amigas y hemos tenido momentos de oración a la Virgen”.
Durante la Junta General de Hermanos se aprobó la memoria y cuentas del año 2020, así como nombrar Camarera de Honor a María Dolores López Cibanto por la labor realizada durante más de treinta años junto a María Santísima de Araceli.