La parroquia de San Mateo recibió en la tarde del jueves, 2 de mayo, la visita de su eminencia, el cardenal don Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid; acompañado por el obispo de Córdoba, don Demetrio Fernández González. Su paso por Lucena, para orar por breves momentos ante la imagen de María Santísima de Araceli se inscribe dentro de una visita más amplia a la diócesis de Córdoba. La Virgen lucía su manto azul, vestida ya para las Fiestas Aracelitanas de este año en que se conmemora el 450 aniversario de la fundación de la Real Archicofradía.
En el atrio del templo se produjo la recepción de los ilustres visitantes, acompañados por el vicario episcopal de la campiña y párroco de San Mateo, don Jesús Poyato Varo. Allí, el cardenal Rouco besó el lignum crucis y saludó a la representación de la archicofradía, algunos miembros del consejo parroquial y autoridades, con el señor alcalde, don Juan Pérez Guerrero, quien le dio la bienvenida en nombre de la ciudad.
Ya en el interior, con los acordes musicales del himno a la Virgen de Araceli, el cortejo avanzó hasta la escalera del presbiterio, donde por unos instantes se realizó una oración. Acto seguido don José Luis Sánchez Arjona dirigió unas palabras a los presentes, explicando la historia y el arte de la parroquia, así como de la devoción aracelitana. Firmó su eminencia en el libro de honor de la archicofradía antes de dirigirse hasta la capilla del Sagrario donde continuó la visita, no sin dedicar unas oraciones ante el monumental templete que acoge a Jesús sacramentado.
Con gran alegría y afecto se recibió la visita del cardenal Rouco a la parroquia de San Mateo, con motivo de este Año Jubilar Aracelitano.
Fotos. Joaquín Ferrer