El Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández González, ha visitado esta tarde el Real Santuario de Aras donde ha bendecido la placa conmemorativa del nombramiento como Diocesano al Real Santuario de Aras donde ha destacado la importancia del ya Real Santuario Diocesano de María Santísima de Araceli como un lugar de culto y peregrinación que ahora cuenta con un “lugar de paz y de encuentro de todos los difuntos, y lugar de descanso en la fe de los vivos y los difuntos”.
Tras la bendición de la placa conmemorativa el prelado cordobés ha bendecido los recién construidos columbarios del Santuario aracelitano y ha presidido el Triduo de Rogativas y Acción de gracias en el que ha explicado que la declaración de santuario diocesano se planteó “desde el primer momento en que llegué a la diócesis y tras resolverse los asuntos que había que resolver he tenido el honor de firmar este decreto en el que se recogen aspectos del derecho y también de la relación de Lucena con la Virgen de Araceli”.
Concluida la homilía, el Obispo ha bendecido las medallas honoríficas de la Diócesis de Córdoba concedidas a José Luis Sánchez Arjona y María Dolores López Cibanto “en reconocimiento a vuestros servicios a la Virgen de Araceli y a la Iglesia”.
José Luis Sánchez Arjona ha agradecido la concesión de la distinción y dio gracias a la Virgen “por permitirme estar durante 36 años a su servicio junto a María Dolores”. Por su parte María Dolores López Cibanto ha destacado que es un honor recibir la Medalla de la Diócesis resaltando que ha sido un privilegio permanecer junto a la Virgen durante 35 años.
Al finalizar la eucaristía, concelebrada con el vicario episcopal de la campiña, los párrocos de San Mateo y la Sagrada Familia y el padre guardián del Convento de los Reverendos Padres Franciscanos, el Obispo bendijo una cruz pectoral que recoge reliquias de santos notables y que pertenece al joyero de la Virgen, y que la camarera de la Virgen prendió a la María Santísima de Araceli.
El hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, ha resaltado la importancia de la celebración del triduo de rogativas y acción de gracias. “ Rogativas a María Santísima de Araceli para que interceda ante Dios para que llegue el fin de esta pandemia, para que seamos responsables ante la situación de alerta sanitaria que atravesamos, para que les sea devuelta la salud a los afectados por esta enfermedad y que no se cobre más víctimas”, y acción de gracias “por el nombramiento de Santuario Diocesano, del que deseamos que sea referente devocional para todos los peregrinos que lo visiten”.
La celebración eucarística contó con la presencia del alcalde de Lucena, Juan Pérez, y miembros de la Corporación Municipal, el Juez Decano de Lucena, Esteban Rondón; la delegada territorial de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Purificación Joyera; el vicepresidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Fernández Collado; el hermano mayor de la Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Gonzalo Beato; el hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de la Sierra, Antonio José Cano; los miembros de la Obra Pía de María Santísima de Araceli y de la Junta de Gobierno de la Real Archicofradía y la Vocalía de Juventud aracelitana.