Con motivo de la celebración del XXLV Aniversario de la Coronación Canónica de María Santísima de Araceli, la romería de bajada de la Patrona de Lucena se adelantaba al 16 de abril, un día que amanecía radiante para festejar la bajada de la reina del Campo Andaluz.
La celebración de la misa de romeros presidida por el vicario episcopal de la Campiña, Jesús María Moriana Elvira, iniciaba los actos de la romería de bajada, y, tras el rezo del santo rosario a las dos de la tarde, los devotos aracelitanos se agolpaban en la explanada del Real Santuario Diocesano de Aras para acompañar a la Sagrada Imagen en su camino hasta Lucena.
Para la ocasión, la patrona de Lucena estrenaba el conjunto de camino bordado en plata sobre terciopelo de color azul, con encajes del mismo metal, donado por Macarena López del Espino y ejecutado por Rosi Fernández López, Juana Muñoz Romero, Pilar Rodríguez Megías y María Araceli del Espino.
Minutos antes de las tres de la tarde, los santeros aviados por Juan Carlos Jiménez Servian tomaban sus sitios del trono de plata de romería.
Con el repique de las campanas de las tres de la tarde entre vítores de “Viva Nuestra Madre”, María Santísima de Araceli se encontraba con sus hijos e iniciaba su caminar hasta Lucena acompañada por los cánticos aracelitanos y vítores aracelitanos.
Como es tradicional, al llegar al cruce de carreteras de la Sierra, el manijero, al grito de “al pueblo”, indicaba sus santeros el momento de ceder su sitio a los devotos aracelitanos que portaron a la Virgen hasta la primera Cruz, lugar donde la cuadrilla de Jiménez Servián se echaban a hombros a la Patrona para el canto de la Salve Solemne. Tras ella, nuevamente eran los devotos quienes se convertían en los pies de Nuestra Madre para guiarla hasta su casa de Lucena en una incesante algarabía de canciones y vivas a la Virgen de Lucena.
Al llegar a la altura de la casa de los hermanos Servián, nuevamente los santeros se acomodaban bajo las cuñas para entrar a Nuestra Madre en la ciudad.
Un año más, una multitud de devotos aguardaban a María Santísima de Araceli en la Puerta de la Mina, lugar donde se producía el intercambio de ramos entre las Cortes Aracelitanas de 2022 y 2023, y en el que las autoridades civiles y religiosas se incorporaban al cortejo.
Al pasar por la Residencia de San Juan de Dios, la Patrona detuvo sus pasos y sus santeros la giraron para que los ancianos pudieran disfrutar de la mirada de la Nuestra Madre, antes de entrar en la calle Maquedano donde, desde el balcón de la Casa de la Virgen la Aracelitana Mayor de 2022 y su Corte de Honor lanzaron una lluvia de pétanos a la protectora del Campo Andaluz que se abría paso entre la muchedumbre al que llenaban las calles por las que pasaba la Imagen.
Como estaba previsto, a las ocho y media de la tarde la Patrona de Lucena entraba en la plaza Nueva para entrar en la parroquia de San Mateo a las nueve de la noche, donde fue recibida por el párroco de Santo Domingo de Guzmán, Vicente Castander Guzmán.
📸 Joaquín Ferrer López de Ahumada y Jesús Cañete Fernández