La celebración de la misa de romeros el domingo 17 de abril en el Real Santuario Diocesano de Aras marcaba el inicio de las que serán las primeras Fiestas Aracelitanas que se celebran con todo su esplendor tras los dos años de restricciones por la pandemia de la COVID-19.
La eucaristía, que contó con el acompañamiento musical de Antonio Nieto junto a la guitarra por José Manuel Morillo, estuvo presidida por el sacerdote Miguel Jiménez, quien destacó la coincidencia de la celebración de la resurrección del Señor con la bajada de la Virgen de Araceli a Lucena aumentando llenado así Lucena de alegría.
Cuando daban las tres de la tarde, el repique de campanas anunciaba la hora de la salida de la Virgen de Araceli ante una multitud de devotos que aguardaban ante las puertas de la ermita para acompañar a María Santísima de Araceli en su regreso a Lucena de la mano de la cuadrilla de Rafael Moreno.
Durante el descenso de la Patrona de Lucena los vítores en forma de “olé” o “Araceli guapa, guapa y guapa” se sucedían con el canto del himno de la Virgen y canciones aracelitanas en una jornada donde un sol de justicia acompañó la algarabía de festejaba la celebración romera.
A la llegada a la intersección de las carreteras de subida y bajada, el manijero y su cuadrilla cedían sus sitios al pueblo para que los devotos continuaran el camino hasta la Primera Cruz donde los santeros ocupaban su sitio para el rezo de la Salve.
Como estaba previsto, a las siete de la tarde María Santísima de Araceli llegaba a la Puerta de la Mina donde tenía lugar el acto de intercambio de ramos entre la Corte Aracelitana de 2019 y la Corte de este año encabezada por María Araceli Zamorano Cantero, Aracelitana Mayor de las Fiestas de 2022. En este punto, se incorporaban a la procesión las autoridades civiles y religiosas, así como la SDM Banda de Música de Lucena que acompañaron a la Patrona en su recorrido por las calles de Lucena.
Al llegar al llanete de los Dolores, el manijero volvió a la Virgen hacia la Residencia de San Juan de Dios para que los ancianos pudieran disfrutar de la imagen del Ara del Cielo.
Ya en la calle Maquedano, al paso por la Casa de la Virgen, una lluvia de pétalos se fundía con el canto de un fandango de Lucena que daba paso una vez más a los vítores y cantos que protagonizaban quienes acompañaban a la Patrona del Campo Andaluz.
Pasadas las nueve de la noche, María Santísima de Araceli entraba en la parroquia de San Mateo donde fue recibida por el párroco de Santiago Apóstol, Antonio Tejero.
El canto de la Salve y el Himno a Nuestra Madre interpretado por la Coral Lucentina marcaba el inicio del mes aracelitano cuyos actos centrales comienzan el viernes con el Pregón de las Glorias a María Santísima de Araceli que pronunciará Lourdes Fuentes Castro.