Un interminable cortejo de lucentinos y aracelitanos, desde las seis y media de la tarde hasta las diez de la noche, desfilaba en la tarde del sábado desde el Paseo de Rojas hasta la parroquia de San Mateo para depositar sus cestas y ramos de flores ante las plantas de María Santísima de Araceli.
Cuando la Corte de Damas Aracelitanas, que se situaba en el cortejo tras los centros educativos, los centros de tercera edad y las organizaciones musicales, finalizó su entrega se hizo cargo de recoger las ofrendas florales que iban llegando.
Un gran número de familias, a título individual, depositaba sus ramos y cestillos de flores ante la Virgen. Además hubo representaciones de todos los ámbitos de la sociedad lucentina, cerrando el cortejo las cofradías locales, delegaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, del Ilustre Colegio de Abogados de Lucena, las tres cuadrillas de santeros de María Santísima de Araceli en el presente año, representaciones de las hermandades filiales aracelitanas, la propia Archicofradía con sus secciones del Taller de María y la Vocalía de Juventud y, por último, la Corporación Municipal y la Sociedad Didáctico Musical Banda de Música de Lucena.
Finalizaba el acto con el canto de la Salve y el himno aracelitano por la Coral Lucentina, quedando el presbiterio y la parte superior de la nave central de la parroquia repleta de flores.