La primera de las jornadas de las Fiestas Aracelitanas de 2015 se iniciaba en el Palacio Erisana de Lucena con el acto protocolario de Proclamación de la Aracelitana Mayor, María Araceli Pérez, y la Corte de Damas de Honor compuesta por Paqui Rivas, María del Carmen Gómez, María del Carmen Flores, Araceli González y Cristina González; quienes iban respectivamente acompañadas para este acto por Juan Pérez, Alcalde de Lucena; Pedro del Espino, presentador del pregonero; Francisco Javier Segura, pregonero; Julián Ranchal, Concejal; José Cantizani, concejal; y Juan Carlos García Moscoso, vicehermano mayor de la Archicofradía.
Tras la proclamación, se dirigía el cortejo por el centro de la Plaza Nueva, previo encendido del alumbrado extraordinario, hasta el interior de la parroquia de San Mateo donde iba a tener lugar el acto del Pregón de las Glorias de María Santísima de Araceli.
Leída el acta de nombramiento del pregonero por el Sr. Secretario de la Archicofradía, Gregorio Espejo, subía al atril el presentador, Pedro del Espino Gómez, quien iniciaba sus palabras con un poema para saludar a la Stma. Virgen de Araceli. Haría luego una amplia semblanza del pregonero exponiendo su relación con él, sus inicios en el mundo cofrade y su vinculación a la devoción aracelitana. Destacó sus diferentes facetas artísticas y sus principales intervenciones en el mundo de los pregones, para terminar preparando a la audiencia al disfrute de un pregón que salía del corazón de un joven sevillano empapado del amor a la Madre Dulce y buena de Araceli.
Seguidamente el pregonero tomaba la palabra para hacer gala de sus enormes dotes oratorias y de sus interminables poemas arromanzados que hacían vibrar al público que llenaba completamente las catedralicias naves parroquiales.
Estuvo el pregón dividido en un prólogo titulado En los ojos de Lucena, y seis partes más, bajo los epígrafes: Ferrocarril hasta el cielo; Las flores vienen a verte; Cinco mantos, cinco filiales; Las mujeres lucentinas; Santeros para los pobres; y como colofón: Porque baja hasta nosotros.
Cada uno de estos siete apartados quedaba cerrado por fuertes y unánimes ovaciones de los asistentes que vibraban y se emocionaban con las hermosas palabras que el pregonero dedicaba a la Virgen y a la devoción aracelitana.