María Santísima de Araceli ha regresado a su Real Santuario en la madrugada, de forma silenciosa debido a la pandemia de la COVID.
A las 05:30 horas partía en un vehículo habilitado para el traslado acompañada por el Vicario Episcopal de la Campiña, el grupo de mayordomía, el hermano mayor de la Real Archicofradía aracelitana y su camarera.
Desde las 08:30 de la mañana de hoy, la Patrona de Lucena vuelve a recibir a sus hijos en su ermita serrana vestida en esta ocasión con el terno adamascado de color rosa regalado por un devoto aracelitano y estrenado en la subida de 1988, año en que fue llevada al santuario por Cáritas de Lucena.
Desde la remita aracelitana la Virgen de Araceli extenderá su manto protector a los lucentinos y a todo el campo andaluz.
Llegó al fin el santo día
en que a la cumbre gloriosa
la voluntad poderosa
del Señor mis pasos guía.
No por eso se desvía
el amparo que os concedo.
Dejar de amores no puedo
porque vuestra Madre soy
y aunque a la Sierra me voy
entre vosotros me quedo.