Desde el pasado lunes 21 de enero luce en la sacristía del Real Santuario el lienzo de la visión del emperador César Augusto, después de que saliera de estas dependencias para la magna exposición Aracoeli , el pasado mes de marzo. La obra es anónima y datada en el siglo XVIII, y reproduce una escena que también se encuentra en el camarín de la Virgen.

Durante estos meses, tanto el bastidor del lienzo, bastante torcido y de poca consistencia, atacado por xilófagos, así como su gran marco barroco, que tenía graves desprendimientos y falta de piezas, han sido intervenidos con acierto por los miembros de la Asociación Torre del Moral. Las piezas de talla han sido repuestas y doradas, colocándole sus espejos.

La devoción lucentina a la Virgen de Araceli importó esta escena de la propia basílica de Santa María in Ara Coeli de Roma, cuya temática está inspirada en una leyenda medieval. Cuenta que el emperador Cesar Augusto, ante la pretensión del Senado de ser tratado como una divinidad, consulta a la Sibila tiburtina, quien determina que del cielo vendrá un rey que gobernará por los siglos. Los cielos se abren y el emperador contempla a una figura hermosa de virgen sobre un altar, teniendo en brazos un niño. Una voz le dice “ Ése es el Altar del Hijo de Dios”.

Todos los trabajos que realiza esta asociación en beneficio del patrimonio aracelitano se hacen de manera desinteresada. Vaya para ellos nuestro público agradecimiento.