cuantos asistieron a una ceremonia que se prolongaba durante más de dos horas.
En su homilía, don Demetrio se centró en el papel de Cristo y de su Madre en el sentido de la vida cristiana, relacionando nuestra existencia con el pasaje de Emaús, donde Jesús hace el camino con nosotros y Ella ejerce como consuelo y apoyo constante ante los momentos más difíciles convirtiéndose en esperanza de vida.Resultó magistral la interpretación de la “Misa del Campo Andaluz” del maestro don Antonio Villa Álvarez de Sotomayor que fue interpretada por la Coral Lucentina y la orquesta del conservatorio profesional “Maestro Chicano Muñoz”, en el centenario de su nacimiento, dirigidos por el profesor don Víctor Nájera Sánchez.Destacamos, por último, el grupo de acólitos con cuatro ciriales, que portaron además la Cruz parroquial en las procesiones de entrada y salida, y que también participaron en la lectura evangélica, en la consagración y en la comunión haciéndolo de una manera elegante y discreta a la vez, realzando la aún más, si cabe, la celebración.